La firma electrónica es un conjunto de datos electrónicos que acompañan o que están asociados a un documento electrónico y cuyas funciones básicas son:
Asegura que el documento firmado es exactamente el mismo que el original y que no ha sufrido alteración o manipulación alguna.
Los datos que utiliza el firmante para realizar la firma son únicos y exclusivos y, por tanto, posteriormente, no puede decir que no ha firmado el documento.
La base legal de la Firma electrónica está recogida en la Ley 59/2003 de Firma Electrónica y se desarrolla en más profundidad en la sección Base legal de las Firmas. La sección también explora, bajo qué circunstancias la ley equipara la firma electrónica a la firma manuscrita, añade notas respecto a la normativa europea y hace distintas referencias legales a firmas con sellos de tiempo y avanzadas.
Para firmar un documento es necesario disponer de un certificado digital o de un DNI electrónico.
El certificado electrónico o el DNI electrónico contiene unas claves criptográficas que son los elementos necesarios para firmar. Los certificados electrónicos tienen el objetivo de identificar inequívocamente a su poseedor y son emitidos por Proveedores de Servicios de Certificación.
Puedes saber más sobre certificados en la sección Certificados Electrónicos.
La firma electrónica es el archivo o documento electrónico resultante. Este es el documento válido a efectos legales y el que debes conservar. Cualquier impresión o representación gráfica que se haga de él solo es válido en los términos que determine el destinatario de la firma. En general, en este caso, la firma impresa debará contener un CSV o Código Seguro de Verificación que permite contrastar la copia impresa con la original electrónica.
Algunas de las preguntas que pueden surgir en el proceso anterior son:
Puesto que estamos hablando de firma electrónica, la firma debe realizarse obligatoriamente por medios electrónicos y la podrás realizar de dos formas:
En este caso utilizas para firmar la aplicación que instalas en tu ordenador y no necesitas estar conectado a internet. La aplicación a usar es AutoFirma, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Puedes ver más información sobre ella y descargarla en la sección Aplicaciones de firma.
Esta opción es usada sobre todo cuando firmas formularios o solicitudes, por ejemplo, en la relación con la Administración Pública. Pero también puedes firmar tus propios documentos en internet utilizando el servicio ofrecido por VALIDe. Para firmar debe descargarse una componente que funciona sobre el mismo navegador.
En ambos casos necesitas disponer de un certificado electrónico. En la sección Navegadores y Ordenador podrás encontrar indicaciones sobre cómo instalar tu certificado. Y en la página del DNIe Electrónico encontrarás un apartado sobre la instalación del lector del DNIe y su uso.
Aporta tres características en la comunicación por Internet: identificación del firmante, integridad de los datos y no repudio.
Pero a parte de eso, las aplicaciones prácticas de la misma son muchas y variadas.
En general están orientadas a realizar operaciones por Internet que en la vida cotidiana requieren de una firma para validarlas.
Algunos ejemplos de operaciones que se pueden realizar actualmente haciendo uso de la firma digital son:
Si recibimos un documento firmado nos interesa validar la firma, es decir, comprobar que los datos firmados se corresponden con los originales, que el certificado con el que se ha firmado es válido y que la estructura del fichero es correcta.
¿Como sabemos si una firma es válida?
Podemos comprobar la validez de la firma de un documento, ver quien es el firmante y el documento firmado en VALIDe.