La firma electrónica es un conjunto de datos electrónicos que acompañan o que están asociados a un documento electrónico y cuyas funciones básicas son:
- Identificar al firmante de manera inequívoca.
- Asegurar la integridad del documento firmado. Asegura que el documento firmado es exactamente el mismo que el original y que no ha sufrido alteración o manipulación.
- Asegurar el no repudio del documento firmado. Los datos que utiliza el firmante para realizar la firma son únicos y exclusivos y, por tanto, posteriormente, no puede decir que no ha firmado el documento.
La base legal de la firma electrónica se encuentra actualmente regulada por el Reglamento (UE) Nº 910/2014, conocido como Reglamento eIDAS, que establece un marco común para las firmas electrónicas, los servicios de confianza y la identificación electrónica en toda la Unión Europea. En España, este reglamento se complementa con la Ley 6/2020, de servicios electrónicos de confianza, que hacen posible la realización de transacciones legales a través de medios electrónicos, garantizando la seguridad y la fiabilidad de estas. Incluyen la creación, verificación y validación de firmas electrónicas, sellos de tiempo, servicios de entrega electrónica certificada, entre otros.